La utilización de la tecnología más avanzada en las clínicas dentales es cada vez más frecuente. Las cámaras intraorales han demostrado ser recursos imprescindibles, pues el uso de las imágenes digitales que se generan con la aplicación de estos dispositivos electrónicos facilita el diagnóstico, la planificación del tratamiento y mejora la relación odontólogo - paciente.
Son minicámaras que muestran la anatomía dentaria y sus patologías mediante macrofotografías ampliadas decenas de veces. Sus imágenes se reflejan instantáneamente en la pantalla, lo que ayuda al profesional en el diagnóstico, y permite que el paciente visualice el desarrollo del trabajo que se le está realizando.
Las cámaras intraorales constan de una pieza de mano con luz incorporada (cámara), uno o varios lentes, un cable o dispositivo para conexión, una unidad procesadora y un monitor o pantalla. Se pueden conectar diversos elementos como accesorios: impresoras o unidades para almacenar datos.
Existen diferentes tipos de minicámaras, en función del tamaño, la forma o la angulación. Siendo las inalámbricas las más prácticas y cómodas de utilizar.
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