El cemento quirúrgico es el único material que es usado en forma amplia en cirugía periodontal. Estos no modifican en sí mismos la velocidad de cicatrización después de la cirugía; el tejido expuesto cicatriza aun sin su presencia.
El propósito del cemento quirúrgico es proteger a la herida para asegurar que la cicatrización se produzca sin inconvenientes. Además puede constituir una barrera física a la contaminación salival y bacteriana, reduciendo el riesgo de infección postoperatoria.
El apósito periodontal, suele ser blando pero con plasticidad y flexibilidad para facilitar su colocación. Además debe fraguar razonablemente rápido y disponer de una rigidez suficiente para prevenir fracturas y desplazamientos. La superficie ha de ser lisa evitando irritaciones y sin interferir en la curación de la zona operada.
Si contiene agentes antimicrobianos adecuados, el cemento quirúrgico puede ser bactericida y bacteriostático. También puede reducir la sensibilidad y brindar comodidad al paciente.
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